domingo, 3 de mayo de 2009

A MI MADRE



Anoche vino a visitarme mi madre,
sentí su mano tomar la mía
como antaño hacerlo solía.

Escuché su voz melodiosa
cantando antiguas canciones
que nos llenaban de emociones.

La oí contar aquellas anécdotas
que tanto nos hicieron reír
y que siempre quise escribir.

Recorriste las alcobas sin pasos, etérea,
dejando en cada una, tu cálido aliento
que después de mi sueño aún siento.

Porque eso eras, madre mía, un hermoso sueño
que vino a entibiar mi alma
y le dio a mi espíritu la calma.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario